La aparición del mudéjar hay que datarla en el siglo XII en
Sahagún.
En este siglo XII, las iglesias de San Tirso y San Pedro de
Dueñas entre otras, pararon su construcción de sillería románica que resultaban
muy costosas para ser continuadas con ladrillo basadas en una novedosa decoración
y una personalidad diferente.. Había nacido la arquitectura mudéjar.
El mudéjar se consolida en el siglo XIII y es exportado
hacia el sur y sureste, a tierras con
escasas canteras de piedra.
El rasgo más visible del arte mudéjar es el empleo de
materiales pobres, ladrillo y mampostería principalmente, junto al yeso y la madera.
El éxito del estilo mudéjar se debe a la economía y rapidez respecto al uso de
la piedra.