El monasterio de Sant Cugat es una antigua abadía benedictina situada en el centro de la localidad catalana de San Cugat del Vallés, muy cerca de Barcelona. El monasterio, construido en el siglo IX, destaca por su impresionante claustro.
En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico.
Tal vez lo más destacado de todo el conjunto del monasterio es su claustro que es un claro ejemplo del arte románico catalán. Fue construido en el siglo XII. En el siglo XVI se le añadió un segundo piso y se construyó también el atrio de entrada.
Su planta es casi cuadrada y tiene arcos de medio punto, apoyados sobre pares de columnas. Cada una de estas columnas está decorada con capiteles finamente elaborados, con detalles variados que van desde la representación de animales a las escenas bíblicas. Se pueden contar 72 pares de capiteles.
Otro elemento destacado es la basílica, construida en este caso en estilo gótico. El edificio, de 52 metros de largo por 23 de ancho, consta de tres naves cubiertas con bóvedas sostenidas por columnas. Llama la atención el rosetón de 8,2 metros de diámetro, muy parecido al de la catedral de Barcelona y a la de Tarragona.