En lo que respecta a los canecillos del alero, a pesar del tamaño de las cabezas de grandes ojos saltones y pómulos salientes, la fuerza y belleza con que están trabajadas las figuras son innegables. En ellos descubrimos una serie de personajes tallados con mayor tosquedad y con claro valor moralizante.
Además de todo esto, destacan sobremanera los dos leones enfrentados de las enjutas, que representan la dualidad del bien y el mal. Mientras el de la izquierda devora a los hombres, el de la derecha los protege entre sus garras.