La iglesia de Santo Tomé, en Zamora, presenta influencias
prerrománicas, siendo una de las más antiguas de la ciudad y de origen monástico.
Conserva destacados elementos románicos como el triple ábside en cabecera,
parte del muro septentrional y la portada Norte.
En el centro de la nave se abre una ventana cuyos capiteles
presentan una tosca talla que recuerda en sus formas modelos prerrománicos, con
dos arquivoltas. En el muro sur se puede apreciar aún la antigua puerta con un
arco ligeramente apuntado y restos de pinturas.
En el exterior, se muestran tres ábsides rectangulares. En
el centro del ábside central se abre una ventana cuyos capiteles presentan un
modelo puramente prerrománico.
La portada norte, formada por un vano lobulado a cuyo alrededor
se trazan varias arquivoltas decoradas con rollos cordobeses, tiene puntas de
diamante terminadas en bolas, roleos y ajedrezado. La portada del lado sur, es
muy parecida a la anterior y la portada del lado oeste se abrió al levantarse
la espadaña en el Siglo XIX.